
Este 15 de mayo finalmente llega a los cines la sexta entrega de Destino Final, franquicia de terror en la que distintos grupos de personas logran sobrevivir a diversas catástrofes gracias a una premonición. Sin embargo, la idea central de esta saga es que la muerte no puede ser engañada, ya que comienza a eliminarlos uno por uno en un orden específico.
Destino Final se caracteriza por la premisa de que la muerte busca cumplir su destino y castigar a quienes desafían su plan. La saga se ha consolidado como una franquicia de terror sobrenatural bastante popular, especialmente entre el público joven. Sin embargo, existen varios datos curiosos que muchos desconocen. Si aún no los conoces, aquí te los contamos:

No hay un asesino físico
A diferencia de otras sagas de terror como Halloween, Scream o Viernes 13, en Destino Final no hay un villano visible. La Muerte nunca aparece físicamente: es una presencia invisible que manipula el entorno para provocar los accidentes. Este enfoque hizo que la franquicia destacara como única dentro del género.
Las películas están parcialmente basadas en hechos reales
Algunas de las muertes en la saga fueron inspiradas en accidentes reales, como choques automovilísticos, accidentes aéreos o fallas en juegos mecánicos. El director y los guionistas se basaron en estos eventos para crear situaciones probables, aunque otras muertes nacieron de teorías, miedos personales y leyendas urbanas.
La idea surgió de un proyecto para televisión
El concepto original de Destino Final nació como un guion para un episodio de la serie The X-Files (Expedientes secretos X). Sin embargo, el potencial de la historia era tal que se optó por convertirla en una película en lugar de usarla como parte de la serie.

Fue rechazada en varias ocasiones
A pesar de su posterior éxito, el proyecto no fue bien recibido en sus inicios. La idea de que la Muerte fuera un antagonista invisible resultaba difícil de vender para muchos estudios. No fue hasta que New Line Cinema apostó por el guion que la saga pudo ver la luz, convirtiéndose en el fenómeno que es hoy.
El miedo personal del director inspiró la primera película
James Wong, director de la primera entrega, tenía un miedo real a volar en avión. Este temor fue la base para la secuencia del accidente aéreo y la visión premonitoria que da inicio a la historia.
El número 180 como símbolo de la muerte
El número 180 aparece repetidamente a lo largo de las películas como una especie de «código de la Muerte«. Se puede ver en matrículas, números de habitaciones, boletos, horarios, y en los accidentes iniciales: como el número de vuelo, el kilómetro del accidente o la sección de una pista de carreras. En la tercera entrega, incluso aparece como el nombre de la cámara el cual es Flight 180.

Un final alternativo más oscuro
En la segunda película se filmó un final alternativo que nunca llegó a estrenarse por considerarse demasiado deprimente, incluso para una película de terror. En él, Clear Rivers (interpretada por Ali Larter), sobreviviente de la primera entrega, decide embarazarse para intentar romper el patrón de la Muerte. Sin embargo, ella y el bebé mueren en una explosión en el hospital causada por un tanque de oxígeno, tal como ocurre con su personaje en el final oficial.


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